rrores en la cocina que crearon platos famosos.


Errores Felices en la Cocina: Platos que Nacieron por Azar 

Cuando hablamos de las recetas de cocina más famosas, pensamos que todas ellas surgieron fruto de una concepción estrictamente planificada por la brillante mente de un experto culinario después de largas horas de pensamiento y trabajo, y aunque esto tiene buena parte de razón y de lógica, no siempre surgieron de esa manera y muchas veces se originaron producto de un error fortuito para nada programado.

Para sustentar esta afirmación, puedo mencionar a continuación algunos de los platos que más nos gustan, surgidos a partir de un accidente culinario.

 

 

Papas fritas “chips”


Papas Fritas Chips servidas en un plato.

Es muy probable que este sea uno de los platos más populares del orbe y sin embargo su origen fue totalmente casual. Corría el año 1853 y en un restaurante en Saratoga Springs, Nueva York, Estados Unidos, un cliente llamado Cornelius Vanderbilt pidió un plato de papas fritas y cuando se las trajeron, las devolvió inmediatamente alegando que estas estaban demasiado gruesas y crudas. Las papas fueron devueltas a la cocina y en el segundo intento no tuvieron mejor suerte. En venganza, el chef que estaba al frente de la cocina, nombrado George Crum, decidió cortar las papas en rodajas tan finas y luego freírlas, hasta el punto de que resultaran difícil de pincharlas con el tenedor y fueran imposibles de comer. Pero el resultado fue todo lo contrario; cuando Vanderbilt las probó, dicen que, “enloqueció de placer” y después de esto acudía regularmente al restaurante reclamando el delicioso manjar que pronto fue bautizado como “Saratoga Chips” y pasó a convertirse en uno de los platos más famosos del mundo.

Yogur


Vaso de Yogur con una cuchara.

El origen de este famoso y gustado alimento se remonta a la civilización más antigua. Se dice que tribus nómadas de Asia Central y del Oriente Próximo almacenaban la leche para transportarla en recipientes hechos con estómagos de animales. Las bacterias naturales que estaban presentes en estos recipientes probablemente fermentaron la leche y la convirtieron en yogur y al probarlo y notar sus propiedades beneficiosas para la salud, se convirtió en una práctica común que trascendió el tiempo y llegó hasta nuestros días. Por supuesto, en la actualidad se utilizan bacterias naturales más efectivas e inocuas y un control mucho más preciso de este proceso.

Cono de helado


Conos de Helados de difrentes sabores.

El helado como tal fue concebido en el siglo XVII por el italiano Francesco Procopio de Coltelli y el cono o barquillo surgió mucho antes, desde los inicios del cristianismo. Sin embargo, la unión de estos dos elementos ocurrió mucho tiempo después, en 1904, durante la celebración de la Feria Mundial de Saint Louis, Missouri, Estados Unidos. Según se cuenta, un vendedor de helados llamado Arnold Fornachou que se encontraba en ese evento se quedó sin los envases en los que vendía su producto y pidió ayuda en un puesto de pastelería contiguo a un vecino llamado Ernest Hamwi, un vendedor sirio que ofertaba una especie de láminas confeccionadas con harina tostada tipo “waffle”. Con las láminas aun calientes Hamwi formó una especie de cono y se lo pasó a su compañero, en la cual pudo verter su helado. Desde ese mismo instante esa idea fue un rotundo éxito en la feria, y a partir de ese momento el cono de helado se convirtió en una de las formas más populares de comer helado en el mundo.

Palomitas de maíz en microondas


Palomitas de Maíz servidas en un pozuelo.

Las palomitas de maíz son disfrutadas por muchos desde hace miles de años; los nativos americanos ya dejaban granos en una vasija sobre las ascuas del fuego hasta que reventaran. Pero su elaboración en el horno microondas no se concibió hasta la primera mitad del siglo XX y este hecho resultó del todo casual. En el año 1945, el científico norteamericano Percy LeBaron Spencer estaba experimentando con un dispositivo llamado magnetrón el cual genera microondas y se dio cuenta de que se le había derretido una tableta de chocolate que llevaba en el bolsillo. Intrigado, siguió experimentando con otros ingredientes, incluidos los granos de maíz, y descubrió que las microondas podían calentar rápidamente los alimentos, lo que llevó a la creación del primer horno microondas comercial, en el cual también se elaboraban las famosas palomitas. En 1980, con los microondas ya instaurados en las cocinas, nacieron las primeras palomitas envasadas en bolsas para hacerlas en este electrodoméstico. Desde ese momento, esta forma de confección se extendió y formó parte de una tradición culinaria globalizada.

Cerveza


Jarra y vaso de cerveza fría.

La fabricación de cerveza surgió también de forma accidental cuando unos granos de cereales fermentaron de forma natural al mezclarse con agua. Su origen se remonta a Mesopotamia (actual Irak) hace más de 7,000 años. En esa época comenzaban a almacenar el grano para hacer pan. Lo que ocurría era que, en ocasiones, las condiciones de conservación no eran las más idóneas y la humedad provocaba que, a veces, el grano fermentara, surgiendo así la primera cerveza.

Dulce de leche


Dulce de Leche cortada.

El origen del dulce de leche no es muy exacto y existen varias teorías sobre su surgimiento, pero la más aceptada lo sitúa en América Latina, donde se dice que fue creado por accidente. La leyenda más popular es en Argentina donde se dice que, en 1829, una criada de Juan Manuel de Rosas estaba calentando leche con azúcar en una olla. En el transcurso de tiempo en que la estaba calentando, la llamaron y se olvidó de la olla. Cuando regresó, descubrió que la leche pasó de ser líquida a una pasta dulce pegajosa de color marrón. Después, le pidió a un soldado que lo probara y este expresó que estaba realmente delicioso. Nació así el dulce de leche.

Un error culinario que originó un exquisito plato cubano


Langosta Smith servida en un plato.

Un plato icónico de la alta cocina cubana es la “Langosta al café” o “Langosta Smith” y este exquisito plato surgió gracias a un error de un gran chef cubano, Gilberto Smith. En el momento de su origen, este excelente cocinero criollo trabajaba en París, en la embajada de Cuba en Francia. Ese día, tenía previsto unos invitados muy especiales y, como es normal en la cocina, en esos casos se incrementa la tensión para que cada plato se realice en tiempo y con la mayor calidad posible. El chef había previsto como uno de los platos principales para la cena la langosta y cuando casi la tenía lista, se le derrama una taza de café que tenía en sus manos sobre la mencionada langosta. Eso incrementó al máximo el estrés y la tensión del desdichado chef que se percata que ya no tenía tiempo para rehacer el mismo plato y decide tratar de atenuar el sabor, añadiendo otros ingredientes, pero, el sabor a café le resulta imposible de disimular. Decide de todas formas sacar el plato de langosta tal y como está, porque el tiempo apremiaba y ya los invitados estaban sentados a la mesa. Al final de la comida, los invitados reclaman la presencia del chef que elaboró la langosta y ante su sorpresa lo felicitan porque quedaron encantados por la exquisitez del plato y el magnífico sabor caribeño. De esa manera tan imprevista y errónea surgió uno de los platos estrella de la cocina cubana y el chef se le conoce desde entonces como “El Rey de la Langosta”.

Conclusión

Como hemos podido apreciar, equivocarse al cocinar no siempre resulta desastroso y puede traer a veces muy buenos resultados. Platos que hoy consideramos imprescindibles —como las papas fritas, el yogur, el cono de helado, las palomitas de maíz, la cerveza, el dulce de leche o, en el caso cubano, la exquisita Langosta al café— nacieron de un descuido, un accidente o una simple improvisación.

Cada uno de estos ejemplos nos recuerda que la cocina no es solo técnica y precisión, sino también creatividad, intuición y la capacidad de convertir un tropiezo en una oportunidad. Quizás esa sea la verdadera magia de la gastronomía: que lo inesperado puede transformarse en un legado universal que une culturas, épocas y tradiciones alrededor de la mesa.

Si te ha gustado descubrir estos “errores felices” que dieron origen a grandes delicias, te invito a seguir explorando esta sección de Secretos de Cocina Cubana, donde compartiremos más historias, curiosidades y anécdotas fascinantes que demuestran que, detrás de cada plato, siempre hay un relato digno de ser contado.